Son varios los análisis y estudios con opiniones encontradas sobre las perspectivas económicas para 2016, un año en el que los expertos aún no se ponen de acuerdo sobre si será de completa recuperación o ralentización.
El panorama, de todos modos, es alentador para Colombia, pues el consenso es que se mantendrá entre los países más fiables y de mejor crecimiento en el mundo.
Se deben tener en cuenta, aunque no depender de ellos, factores externos que pueden favorecer los intereses colombianos. Es posible que la economía de Estados Unidos se estabilice, lo que aumentaría el consumo; que el dólar siga fortalecido; y que los precios del petróleo encuentren estabilidad en la segunda mitad del año.
Se suma que la Alianza del Pacífico entró en una etapa de profundización que empezará a estimular el comercio. Por un lado Chile aprobó el Protocolo Adicional dejando la vía libre para liberalizar de forma inmediata el 92% del comercio entre los cuatro países del bloque. Era el último país que faltaba para cumplir con la tramitación legislativa interna de ese acuerdo.
Y como resultado de varios encuentros comerciales en conjunto avanzamos en procesos de inserción en las cadenas regionales y globales de valor. Está el caso de generar una cadena productiva de muebles RTA (listos para armar) en la cual Chile proveería la madera mientras que Colombia los diseñaría, fabricaría y exportaría hacia Estados Unidos; otro es la creación de una cadena de exportación de flores crisantemo con un proveedor colombiano de esquejes (tallos para sembrar) con una genética resistente a plagas, los cuales se exportarían hacia México para su cultivo y desde allí la flor se enviaría hacia Estados Unidos.
El 2016 traerá un hito en la historia del país con la culminación del proceso de paz. En ese nuevo contexto el impacto positivo se dará en varios campos, sobre todo en la atracción de inversión y turismo internacional. Ha pasado en otros países cuando se resuelve el conflicto interno y Colombia no será diferente. Un estudio de Planeación Nacional concluyó que la economía colombiana tendría un crecimiento adicional comprendido entre el 1,1 y el 1,9.
Ya iniciamos un trabajo en las regiones para articular esfuerzos con aliados como las gobernaciones para que la competitividad de los departamentos esté sustentada en una base productiva y empresarial con orientación internacional. El país necesita más empresas que se animen a exportar, que se preparen para recibir a un turista extranjera y que estén dispuestas a crecer en la internacionalización aprovechando todas las herramientas que el Gobierno tiene para ellas.
Colombia tiene que dar un paso adelante de las materias primas, si dependemos de ellas estaremos siempre sujetos a circunstancias externas. Por lo tanto este 2016 está lleno de resoluciones para aprovechar la coyuntura con más exportaciones de valor agregado, diversificación de mercados y sacándole aún más ventaja a los acuerdos comerciales.
El país vive un momento importante. El proceso de paz ya puso los ojos del mundo sobre el país, generando aún más expectativa sobre una economía que ha mostrado signos de vitalidad y prosperidad superiores a los del promedio internacional.
Tenemos la oferta, la fuerza laboral, la creatividad para ser más innovadores, el tesón del buen trabajador y un Gobierno comprometido y convencido de que la internacionalización es el camino al crecimiento.
María Claudia Lacouture
@mclacouture