Conservación del medio ambiente y activa participación de la comunidad local en la gestión turística y su desarrollo económico: una combinación de virtudes que figuran entre las más anheladas por cualquiera de los principales actores del turismo responsable y que son la columna vertebral del denominado turismo comunitario.
Diálogo, confianza y emprendimiento
A poco más de dos meses de la nueva administración ya se logra vislumbrar la ruta de navegación del Gobierno, que mostró lo que serán los pilares de sus acciones para los próximos cuatro años. Por su parte, el sector privado alertó sobre los riesgos de las reformas anunciadas, mientras la sociedad aguarda que sea una partida equilibrada donde todos ganen y se cumplan las promesas de campaña sobre inclusión y equidad bajo los principios de la democracia, la unidad nacional, el diálogo, la confianza y el entendimiento.
Decrecimiento de verdad
Si a la agudización de las tensiones comerciales en el mundo, a las confrontaciones militares, a la inflación desbordada, a la contracción económica y a la posibilidad de una recesión global le sumamos una reforma tributaria desproporcionada, entonces los colombianos tendremos este año la tormenta perfecta para asfixiar el tejido empresarial y garantizar un decrecimiento de verdad verdad. Sin desconocer que el país necesita recursos para cubrir sus necesidades más urgentes, también debemos ser conscientes de que sin una empresa vigorosa y productiva se reducirán sustancialmente las posibilidades de crecimiento en el futuro próximo.
El turismo debe escalar sobre la digitalización y sin discriminación
Con motivo del Día Internacional del Turismo, la plataforma Airbnb presentó los principales hallazgos del estudio realizado por Oxford Economics sobre su impacto económico en Colombia. De acuerdo con el análisis, el gasto de los huéspedes que reservaron espacios compartidos en Airbnb en el país durante 2021 (excluyendo los gastos en alojamientos) fue de US$899 millones, equivalente al 14,7% de la actividad turística directa total en ese año.
Turismo, ¿será que sí?
Como todos los 27 de septiembre, celebramos el Día Mundial del Turismo, una fecha que para Colombia debería ser muy especial debido al enorme potencial de esta industria, pero solemos hablar más de las posibilidades que de las acciones, como dicen, del dicho al hecho hay mucho trecho, y nos quedamos con grandes titulares, muchas ideas, algunas propuestas y poca ejecución. Es hora de tomar el toro por los cuernos, definir si es cierto, como dicen, que el turismo será el nuevo petróleo de Colombia, contar con una estrategia que encaje con esa importancia, determinar dónde, cómo y qué vamos a desarrollar, darle continuidad al trabajo que se ha venido haciendo, trazar una ruta viable y visible que de verdad nos lleve a una nueva fase, dejando de lado la retórica y los discursos y comenzar en serio su desarrollo.
Diálogo de sordos
La semana pasada nos reunimos un grupo significativo y diverso de altos funcionarios del Gobierno Nacional, distintas personalidades de las regiones, congresistas, líderes sociales, jóvenes, representantes de entidades multilaterales y del sector empresarial del país para hablar sobre “El desafío de democracia” y pese a la disparidad de opiniones hubo consenso sobre la importancia de la institucionalidad, de la democracia, del crecimiento con equidad e inclusión y de mantener un diálogo abierto y permanente.
El Estado ladrón de Lemos
Estamos en la antesala de una nueva reforma tributaria que puede hacer una injerencia importante en la vida de todos los colombianos y en la posibilidad de continuar construyendo país, sustrayendo recursos al sector productivo, que es donde se generan el empleo, el ahorro y el desarrollo que permiten crecer y progresar.
La infocracia y sus distorsiones
El frenesí comunicativo al que estamos sometidos y su uso desaforado en la vida pública invita a analizar el régimen no escrito de la información, así como el fenómeno de la digitalización del mundo en que vivimos y su avance inexorable, dice el filósofo surcoreano Byung- Chul Han en su libro “Infocracia: La digitalización y la crisis de la democracia”, una publicación muy comentada en las últimas semanas para explicar cómo ese fenómeno se ha apoderado también de la esfera política y distorsiona el proceso democrático. El exceso informativo y su manipulación impide que la sociedad pueda tener contenidos objetivos, sin intencionalidad, pero tal vez lo más grave es que en efecto ha logrado dividir, engañar, radicalizar y crear realidades artificiales que son usadas sin pudor por los que buscan beneficiarse de alguna de manera sin escrúpulos, sin cuidar el bien común ni la cohesión nacional.