Consulta por la sostenibilidad

Tras la decisión de la Corte Constitucional que restringe el poder de las consultas populares para frenar los proyectos extractivos de minería e hidrocarburos en el país, los colombianos deberíamos abrirnos a un diálogo nacional para definir qué entendemos por sostenibilidad y determinar el equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental.

Debe derivar en una oportunidad para construir mecanismos de consulta, de consensos por el bien común, y evitar la politización y la manipulación de los intereses políticos y económicos.

No quiero entrar a ponderar la medida en sí misma, pero si quiero aprovechar la oportunidad para reflexionar sobre la importancia de definir lo que queremos y lo que podemos hacer con los recursos naturales, de encontrar fórmulas sostenibles que permitan obtener la riqueza local sin afectar los entornos naturales, de cómo podemos desarrollar proyectos productivos sin destruir los ecosistemas.

Porque no solo minería e hidrocarburos enriquecen nuestros suelos: poseemos el paradigma de la diversidad, un santuarios de flora y fauna que debemos conservar, pero también aprovechar con sabiduría, conocimiento, mesura y sensatez.

A medida que avanza y se consolida la paz en Colombia el turismo se transforma en uno de sus mayores activos y no hay duda en que la naturaleza es el valor esencial y diferencial de Colombia y posiblemente la herramienta más eficaz para luchar contra la pobreza.

En 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución histórica que reconoció en el ecoturismo un elemento clave para la lucha contra la pobreza, la protección del medio ambiente y la promoción del desarrollo sostenible. Subrayó sus efectos positivos en la generación de ingresos, la creación de empleos y la educación, en la preservación de las culturas ancestrales, las comunidades locales y del patrimonio natural y cultural.

Los informes sobre tendencias confirman el sostenido crecimiento del ecoturismo y de la relevancia que las nuevas generaciones están dando a las experiencias y convivencia con la naturaleza. El último Informe Global sobre Turismo Sostenible de la plataforma digital Booking, que cuenta con la posibilidad de sondear millones de usuarios en todo el mundo, confirma que el turismo ecológico continúa ganando impulso y que una amplia mayoría de viajeros afirma querer viajar de manera sostenible.

Cada día aumenta el interés por los parajes naturales, por conocer nuevas culturas, aunque ciertamente este turismo supone costos adicionales porque se aleja de las urbes y de los destinos tradicionales de sol y playa. Pero los turistas están dispuestos a gastar un poco más e, incluso, según el informe, dos tercios de los viajeros estarían dispuestos a gastar al menos un 5% más para minimizar el impacto medioambiental de su viaje.

El estudio también revela que la falta de información y de certificación fiable representa un obstáculo significativo para el turismo sostenible. Dos puntos que debemos trabajar con prontitud con la promoción y la diplomacia.

Realmente tenemos todos los elementos para construir un producto sofisticado sostenible que aproveche nuestro potencial de la naturaleza. Es el momento de sincerarnos y alinear el concepto de sostenibilidad, de hacer una gran apuesta para lograr tener las consultas y permisos para un desarrollo constante con estabilidad para todos.

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