Entre las noticias de temporales y nubarrones en los mercados mundiales y sus coletazos domésticos me encontré esta semana con dos informaciones que me llamaron poderosamente la atención: un sondeo privado que refleja los temores (y el pesimismo) de algunos empresarios para exportar y una interesante definición sobre el síndrome del burro amarrado: “si me va bien en Colombia para que me arriesgo afuera”.
Hay muchos mitos que desde ProColombia intentamos desvirtuar bajo el convencimiento de que más exportaciones desencadenan mayor producción, más riqueza, más inversión, más empleo y el fortalecimiento del círculo virtuoso de la prosperidad. Por eso le decimos al empresario: Llegó la hora de exportar más porque sus productos valen más.
Si no ha exportado, comience a exportar. ProColombia le dice cómo.
Si ya exporta, exporte más. ProColombia le dice a dónde.
Si exportaba y dejó de exportar, vuelva a intentarlo. ProColombia le acompaña.
El país necesita más exportadores, romper con las falsas creencias, alejar los temores. ¿Qué sólo pueden exportar las empresas grandes? ¿Qué las pymes no tienen capacidad para exportar? Entre agosto de 2010 y junio de 2015, sólo por la gestión de ProColombia, 4.433 exportadores colombianos hicieron negocios con 12.120 compradores de 147 países y de ellos el 79% fueron mipymes.
¿Qué sólo exportan las empresas de las ciudades principales? Las exportaciones apoyadas por ProColombia provinieron de 25 departamentos. Amazonas, Antioquia, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Caldas, Caquetá, Casanare, Cauca, Cesar, Chocó, Córdoba, Cundinamarca, Huila, La Guajira, Magdalena, Meta, Nariño, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Santander, Sucre, Tolima, Valle del Cauca.
Empresas que en los últimos años se convirtieron en exportadoras hoy venden máquinas para hacer empanadas o fajas con vitamina E a México; o correas para perros a Italia; o peces ornamentales a China y Corea del Sur; o carritos de perros calientes a Estados Unidos; o té a Australia, vestidos de baño a Turquía o impresoras a China, por mencionar algunas.
Las pymes sí tienen capacidad para proveer a las grandes superficies; si pueden cumplir; sí están en capacidad de ofrecer productos de calidad y pueden llegar a cualquier destino, incluso a los países más desarrollados y exigentes; la cultura y el idioma no son obstáculo, la desconfianza a ser engañado o a depender de intermediarios se resuelve con una buena asesoría, en fin, exportar es posible, es importante, es necesario.
En tiempos de vacas flacas, de petróleo barato, de materias primas a la baja; en momentos de angustia internacional, desconfianza financiera y volatilidad cambiaria también surgen las oportunidades y por eso ProColombia trabaja para acercar la oferta colombiana con la demanda internacional. Vamos a vender afuera, sin miedo, sin pereza exportadora.