El crecimiento anual colombiano ha sido nulo o negativo por 12 años: por cada trabajador de EE. UU. se requieren en promedio 4,3 colombianos.
Colombia se plantea ser un referente en Latinoamérica en sus políticas de impulso a la competitividad del país, a través de una economía soportada en una canasta de bienes y servicios sofisticados e innovadores con impacto en el comercio internacional. El objetivo: ser el tercer país más competitivo de América Latina al 2032 y el tercero más innovador a 2025.
Para el primer año de la paz, que abre un enorme abanico de oportunidades y posibilidades, comenzaremos con una estrategia más profunda y efectiva, ambiciosa y comprometida.
Tenemos un mandato. Para mejorar la productividad y la canasta exportadora, se concertó una Política de Desarrollo Productivo (PDP) con metas al 2025 en la cual se definen las estrategias clave para capital humano, emprendimiento e innovación, financiación, transferencia de tecnología, promoción, calidad, encadenamientos productivos, comercio exterior y sostenibilidad y desarrollo regional en zonas vulnerables.
El país necesita avanzar en productividad. Según el indicador internacional de Productividad Total de los Factores (PTF), el crecimiento anual colombiano ha sido nulo o negativo durante 12 años (por cada trabajador de EE. UU. se requieren en promedio 4,3 trabajadores colombianos para producir el mismo valor agregado).
Durante los últimos 15 años, la canasta exportadora se ha reducido a un grupo limitado de productos. Solo el 1,8% fueron nuevos. Mientras que en el 2000 los primeros 5 productos de exportación representaban el 55 por ciento de las ventas externas totales, para el 2015 ascendieron al 60 por ciento.
La estructura de las exportaciones colombianas sigue concentrada en productos primarios basados en recursos naturales. En el 2000, estos productos representaron 68,3 por ciento de las exportaciones totales y en el 2015 correspondían al 77,8 por ciento.
El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo es el encargado de liderar y hacer que se cumpla esta política y eso requiere (y exige) una óptima coordinación dentro del Gobierno para evitar la duplicidad de tareas y generar mayor eficiencia en las intervenciones empresariales.
Los esfuerzos de los últimos años, aunque dispersos y sin medición, nos muestran un aprendizaje para alinear las acciones que tengan como fin el desarrollo empresarial.
Dos de las mejores experiencias son los programas de Transformación Productiva (PTP) y de innovación y emprendimiento (iNNpulsa).
El PTP apoya el desarrollo de sectores priorizados enfocado en el cierre de brechas de competitividad, soportado en un trabajo público-privado. Durante el 2016, se desarrolló un proceso de revisión de las apuestas productivas, de acuerdo con la PDP, el cual permitió seleccionar un nuevo enfoque de sectores, ampliando su espectro de trabajo a una visión regional y de cadenas productivas.
El programa ha centrado su misión en la mejora de productividad de las empresas, con el fin de generar una oferta más sofisticada y diversificada que aproveche las oportunidades de negocio generadas por los acuerdos comerciales vigentes.
Link: http://www.portafolio.co/opinion/maria-claudia-lacouture/innovacion-y-productividad-502779
María Claudia Lacouture
Ministra de Comercio, Industria y Turismo
@mclacouture