La agenda complementaria

Estamos ante un nuevo escenario internacional que exige adecuarnos a nuevas realidades. Y nos encontramos a las puertas de un cambio de Gobierno en Colombia que genera expectativa, algo de incertidumbre, y la esperanza de que impere la sensatez, el sentido común y también el pragmatismo para sacar mayor provecho de la coyuntura mundial.

La experiencia histórica de Colombia con Estados Unidos es que, a pesar de los altibajos, la relación ha sido muy buena, por lo que es importante que, al margen de los devenires electorales, los líderes políticos y gremiales nos pongamos del lado de la prudencia.

Para Colombia el comercio con Estados Unidos supone el 27.9% del total de sus exportaciones, mientras que somos apenas el 0,6% de las importaciones de EE.UU. Adivinen a quien le afectará más una mala relación. Pero a eso súmenle la cooperación: han sido miles de millones de ayuda recibida con el Plan Colombia, cuyos recursos fueron más allá de la lucha contra las drogas, pues también circuló por las vertientes del sistema social en programas de formación, desarrollo local e inclusive en proyectos de emprendimiento.

Las relaciones no se pueden fundamentar principalmente en el asistencialismo, por lo que hay que evolucionar hacia una agenda más amplia y ambiciosa, sin dejar de lado, por supuesto, la preocupación principal de detener el flagelo de las drogas

Y también que vaya más allá de los asuntos comerciales y comencemos a propiciar las condiciones para programas de innovación y productividad, a identificar un ámbito complementario que ayude al desarrollo de nuestra economía con la virtud de fortalecer, al mismo tiempo, una amistad de siglos y una alianza rentable.

Resulta muy interesante el momento histórico en el que nos encontramos por cuenta de la nueva política estadounidense, de las tensiones comerciales y las tendencias hacia economías más cerradas y conservadoras, un momento de ajustes internos y revisión de sistemas, y frente a eso se requiere flexibilidad, capacidad de adaptación.

La realidad es esta: Estados Unidos es el principal socio de Colombia y seguirá siéndolo por décadas. Tiene una nueva política comercial inspirada en “América Primero” y en la búsqueda de nivelar la cancha de juego. Colombia no puede ser ajena a las nuevas acciones o ajustes de prioridades de su mayor socio comercial y debe buscar encajar en ese nuevo modelo comercial.

¿Cómo se adapta o cómo asimila el cambio? Con el cumplimiento de las normas de la sana competencia y el respeto de la propiedad intelectual y al mismo tiempo con la búsqueda de oportunidades, con la convicción de ser un jugador relevante en este nuevo contexto y con una agenda complementaria en temas como innovación y tecnología, agricultura y homologación, protección intelectual y de datos, asistencia técnica y tecnológica, entre otros.

Invitación: 

El próximo jueves 22 de marzo, en el Club El Nogal de Bogotá. la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, realizará el foro “Nuevo campo de juego: una mirada en prospectiva”. Participarán Daniel Runde, que lidera el mayor centro de pensamiento sobre perspectivas políticas del mundo; Dan Restrepo, colaborador de CNN; la embajadora de México y ex senadora Blanca Alcalá Ruíz; Carlos Enrique Moreno de la Organización Corona aportará la visión empresarial. Modera, Martin Gustavo Ibarra. También tendremos un estudio de impacto sobre el TLC y un análisis de Control Risk sobre los aspirantes a la Presidencia. En mi twitter @mclacouture encontrarán los detalles para inscribirse. Los espero.

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