Con el cambio de mayoría republicana a demócrata en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la agenda de temas prioritarios binacionales podría sufrir un cambio de lo comercial hacia lo laboral.
Así lo expresó, en entrevista con Portafolio, María Claudia Lacouture, directora ejecutiva de la Cámara Colombo Americana de Comercio ( AmCham Colombia), al explicar que, a finales de este mes, el gobierno de Estados Unidos va a responder la demanda que interpuso la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT) ante ese Estado.
¿Qué panorama se vislumbra para las relaciones comerciales entre ambas naciones para este año?
Se ve una continuidad de las relaciones que se han venido dando en los últimos años. Es una relación comercial que va más allá del comercio, el cual ha sido estable en los últimos 20 años y vemos que en los siguientes años va a continuar así. Colombia no es solo un aliado de EE. UU. y viceversa en los temas comerciales, sino también en cooperación, seguridad, diplomacia, inversión y turismo.
No en vano EE. UU. representa para Colombia el 27% de las exportaciones colombianas, más del 27% del turismo que llega al país proviene de allá y la inversión que está creciendo acá es de origen americano.
¿Cómo podrían dirimirse esos problemas de aranceles al acero y al aluminio?
Hay que reforzar el mensaje que esa política no está destinada única y exclusivamente a Colombia. Lastimosamente, hay empresarios colombianos que han sido afectados por esta política, especialmente en el tema de acero y aluminio. Desde AmCham hemos solicitado una continua comunicación entre los dos gobiernos para lograr que efectivamente se saque a Colombia de esa lista.
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¿Qué implicaciones habría para Colombia si Donald Trump decide imponer aranceles a la industria automotriz?
Habría que mirar qué tanto Colombia está haciendo un proceso de exportación a EE. UU. En el tema de autopartes sé que hay una injerencia que puede llegar a ser importante. Del lado de producto terminado no tanto.
Al mismo tiempo, el país está importando productos de allá y eso va muy ligado al tema de chatarrización, porque si bien Colombia, de una u otra forma, exporta autopartes a EE. UU. o productos relacionados con esta industria, esto tiene una injerencia en la importación Estados Unidos – Colombia, donde la chatarrización, que se ha venido solicitando desde hace mucho tiempo.
Esto puede ser un mecanismo que EE. UU. vea como acción para lograr que esa chatarrización se dé en caso de que no se cumpla como se ha establecido en junio de este año.
¿Cree que el Gobierno va a cumplir con lo pactado en chatarrización?
El Gobierno tiene toda la intención de cumplir. Creo que la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, logró, de forma muy hábil, la extensión del proceso de chatarrización. Sería muy importante que Colombia cumpliera, para lograr que la chatarrización deje de ser una limitante para fortalecer la relación entre los dos países.
¿Qué otro tema será importante en la agenda binacional a lo largo del 2019?
El tema laboral, de acuerdo a la demanda que antepuso la CUT ante el gobierno de EE. UU. y que ellos establecieron unos seguimientos sobre acciones, en las cuales hubo un compromiso por parte del gobierno colombiano en su momento.
Ahora a finales de este mes va a salir ese seguimiento por parte de la Embajada de EE. UU., donde tenemos que estar muy pendientes de esas acciones, porque con el cambio de partido en la Cámara de Representantes de EE. UU., de republicano a demócratas como mayoría, este tema se puede volcar a ser un tema prioritario dentro de la relación binacional, si no se dan avances en los temas pendientes.
¿Qué va a pasar con el tema de la inversión extranjera directa desde EE. UU.?
Desde AmCham estamos trabajando fuertemente en mirar la implicación que ha tenido la inversión estadounidense en Colombia. Sabemos que hoy Colombia tiene más de 500 empresas instaladas en el país de diferentes categorías. Son más de 15 sectores establecidos acá, y aquí no están incluidos los minero energéticos, es decir que efectivamente hay una diversificación en el tipo de inversión que EE. UU. está haciendo en Colombia y adicionalmente está llegando a diferentes regiones del país. Eso connota la importancia que tiene EE. UU. en inversión y dónde se debe fortalecer aún más ese ejercicio de búsqueda de inversión extranjera estadounidense a Colombia.
Al mismo tiempo, estamos haciendo un análisis sobre la injerencia que va a tener la ley de financiamiento sobre la inversión de EE. UU. en el país. El año pasado, Colombia, hasta octubre, tuvo un decrecimiento de la inversión extranjera en el país del 17,5%, sin embargo, EE. UU. tuvo un crecimiento de la inversión en Colombia del 26%. Vemos una reinversión de las empresas americanas en la inversión establecida. Hay que mirar cómo la ley de financiamiento va a fortalecer esa reinversión o cómo podemos ayudar a que se vea ese proceso que se puede establecer.
¿Pero el balance de la ley de financiamiento para las compañías estadounidenses es positivo o negativo?
Hay muchos temas positivos. Vemos efectivamente que la reducción de la tasa es importante para la inversión, sin embargo, vemos con preocupaciones las acciones que se tomaron en contra de las zonas francas, donde varias de las empresas americanas están instaladas.
TURISMO DE EXPERIENCIA Y PERSONALIZACIÓN
María Claudia Lacouture, directora ejecutiva de AmCham Colombia, dijo que con 500.000 estadounidenses ingresando al país anualmente, se debe seguir profundizando la oferta turística, con el fin de atraer los nuevos grupos de poder adquisitivo, como los ‘millennials’. Para ello, Lacouture propone atender las necesidades de estos con una oferta personalizada, que tenga experiencias, en especial ligadas al ecoturismo. “La tendencia de este último grupo es tecnología al minuto, viajes de corto alcance y corto tiempo”, puntualizó.
Periodista: Andrés Felipe Quintero Vega
En Twitter: @QuinterovAndres
Lea la entrevista en la web de Portafolio