Tiempos para buenas decisiones

El año entrante todos los colombianos tenemos un gran reto, elegir bien quienes nos van a gobernar y quienes estarán en el Congreso legislando para el nuevo país, quienes van a liderar el diálogo social y propiciar las condiciones para lograr las reformas que urgen y que por falta de consensos hemos aplazado desde hace muchos años.

Ahora tenemos que proteger lo ganado

El sector empresarial acogió con generosidad y complacencia el aumento del salario mínimo propuesto por el Gobierno y acordado por las partes, lo cual refleja el interés conjunto en reactivar la economía. Después de este logro lo primordial es mantener el poder adquisitivo de los sueldos y que las empresas tengan mejores posibilidades para mejorar su productividad.

Más que un mínimo

Es una oportunidad. La discusión del salario mínimo debe dejar de ser un asunto tan coyuntural y convertirse en un mecanismo permanente de análisis para llevarlo más allá de un porcentaje anual. Convendría tener una mesa con empresarios, trabajadores, Gobierno y expertos que de forma regular y sistemática contribuyan a dar luces sobre la manera cómo podemos garantizar el poder adquisitivo de los ciudadanos y el buen desarrollo de la economía. Una mesa que contribuya a encontrar los caminos para crecer todos juntos, crear empleo formal, empresas competitivas y productivas, talento humano pertinente y capacitado hasta que la oferta y la demanda laboral establezcan un círculo virtuoso de desarrollo.

Sensatez y realismo

Todo fin de año trae al debate público la discusión sobre el aumento del salario mínimo. Y pareciera que fuera un pulso entre empleador y trabajador, entre patrón y ciudadano. En realidad, debería tratarse de una ecuación que busque el equilibrio para que el costo de producción de los primeros mantenga viable la seguridad económica de los segundos, que puedan mantener el poder adquisitivo el mayor tiempo posible en el año siguiente. Es un cálculo de productividad e inflación para beneficio de la economía y de todos.

Administrar las distorsiones

La emergencia mundial por la escasez de contenedores y altos precios del transporte de mercancías tienen distorsionado el mercado con sobrecostos para las materias primas, dificultades para obtener los insumos necesarios para la industria y con aumentos de hasta 70% en productos finales (80% de los bienes que consumimos se transportan vía marítima). Dificultad que requiere de una administración público-privada para navegar por las aguas turbulentas que afectan la recuperación económica y surcar los mares con los menores inconvenientes posibles.

Libertad económica

Hay unos enunciados en las ciencias económicas según los cuales no existe democracia plena sin libertad económica y más libertad redunda en más prosperidad y menos pobreza. Según el informe del Instituto Fraser de Canadá sobre libertad económica en Colombia, que revela su puesto 95 entre 195 países, existe una tendencia a satanizar la economía de mercado sin reconocer que durante décadas ha sido el modelo que sacó a miles de millones de personas de la pobreza en todo el mundo. El informe critica con vehemencia el hecho de que haya muchas personas con poder de influencia que defienden un modelo caduco, proteccionista, paternalista y de barreras y observa que es evidente que algunos países similares a Colombia crecieron más en los últimos tiempos gracias a políticas consistentes de comercio exterior y por la flexibilidad en la operación general de los mercados. La industria colombiana ha tenido que sobrevivir con inseguridad tributaria, con obstáculos para exportar, con una legislación laboral restrictiva que desincentiva la creación de empleo y fomenta la informalidad. La normativa está elaborada para beneficiar a una minoría privilegiada.

En los zapatos de los más pobres

Estamos tan acostumbrados a ver a la pobreza como parte del día a día que su aumento en las estadísticas nos parece normal y ni siquiera pensamos en las angustias de quienes la padecen. Con la pandemia la situación empeoró y ahora tenemos más pobres y más frustración. Como sucedió con Alexandra, que de recibir una mensualidad como cantante de mariachi de salón ahora pasa largas jornadas en la calle para obtener $40.000 diarios cuando le va bien.

El poder de los datos

De acuerdo a las Naciones Unidas, para una mejor recuperación económica, reducir la desigualdad y garantizar un mejor futuro para el planeta y las personas, los datos de calidad son necesarios para rastrear el progreso y mantener informados a quienes hacen las políticas desde el nivel local hasta el global.

Coyunturas propicias

Buscar oportunidades, identificar oportunidades, aprovechar las oportunidades son mantras que repetimos quienes tenemos la convicción de que el conocimiento y su aplicación amplían las posibilidades y que la inacción conlleva al estancamiento. Las oportunidades suelen ser específicas, coyunturales y efímeras. O como afirma una frase que se le atribuye a un político inglés del siglo pasado: “Las oportunidades son como los amaneceres, si uno espera demasiado se los pierde”.

Vientos a favor de América

El próximo año se cumplen 200 años de las relaciones diplomáticas entre Colombia y EE.UU. Se trata de una oportunidad de oro para afianzar los lazos de amistad e impulsar el comercio y la cooperación con nuestro principal socio y aliado. Y dado el momento histórico internacional también es el ámbito idóneo para concretar la Ruta de las Américas, la integración continental, desde Alaska hasta la Patagonia.