Todos hemos escuchado y leído sobre el cambio climático y las catastróficas consecuencias si no hacemos algo para evitar la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera. También es cierto que es un tema complejo y estamos imbuidos en tantos asuntos cotidianos que el calentamiento global aparece como algo distante, un asunto de científicos, líderes mundiales o políticos preocupados, y que además poco podemos hacer cada uno frente a la dimensión del problema. Pero es bueno que sepamos que si seguimos como estamos peligra la supervivencia humana, al menos como la conocemos.
Detener el cambio climático para garantizar el turismo sostenible
El turismo mundial afronta hoy dos enormes desafíos, a corto y largo plazo. A corto plazo tenemos que superar la tragedia ocasionada por la pandemia, que después de un año de paralización sigue sin darnos una certidumbre sobre cuándo podremos normalizar el tráfico turístico, aunque todo parece indicar que este año la pasaremos de ola en ola y que la vacunación se tomará su tiempo para que su cobertura nacional permita sentirnos al otro lado de la crisis.
Pasaporte de Vacunación
Por estos días circulan noticias en todo el mundo sobre la conveniencia de expedir un pasaporte de vacunación como mecanismo para agilizar la recuperación de las economías y en especial para reactivar el turismo. La pregunta es si Colombia debería considerar esa certificación y trabajar en el camino de aunar los esfuerzos que otros países ya están haciendo.
El palo no está para cucharas
La coyuntura derivada de la pandemia exige una reforma tributaria que sanee las finanzas públicas, por lo que es indispensable que se enfoque en ese objetivo, sobre todo en un contexto tan crítico para la economía del país. Es fundamental la solidaridad sostenible, como la ha llamado el Gobierno, sin embargo, tenemos que ser muy cautelosos y cuidar al máximo el gasto en un contexto de lenta recuperación.La coyuntura derivada de la pandemia exige una reforma tributaria que sanee las finanzas públicas, por lo que es indispensable que se enfoque en ese objetivo, sobre todo en un contexto tan crítico para la economía del país. Es fundamental la solidaridad sostenible, como la ha llamado el Gobierno, sin embargo, tenemos que ser muy cautelosos y cuidar al máximo el gasto en un contexto de lenta recuperación.
Mujeres para el campo
En la cuestión de la mujer rural seguimos como en la edad media. El campo colombiano ha tenido un proceso muy lento de desarrollo, poco tecnificado, expuesto al histórico conflicto de tierras y a la acción y abuso de las bandas organizadas, llámense guerrillas, paramilitares, narcotraficantes, o lo que sea, al final son lo mismo, conviven y se aprovechan de la falta de control que el Estado logra ejercer en algunas regiones alejadas y marginadas.
Los colombianos quieren hacer maletas
Si bien es cierto que se espera un nuevo pico de contagios para abril, estamos en los tiempos perfectos para intensificar una transición planificada en materia turística, aprovechar que hemos mejorado todos los mecanismos de bioseguridad y hay una mayor conciencia entre la población sobre los cuidados que hay que tener, así como necesidad de que se reactiven los negocios.
Salir del modo hibernación
El turismo colombiano sigue sin despertar, en modo hibernación a pesar de los grandes esfuerzos e iniciativas públicas y privadas no logramos salir a flote y estamos lejos de recuperar las cifras que teníamos hace un año antes de la declaración de pandemia. Solo al generar confianza, certidumbre, apertura y estímulos permanentes ayudará a sacarlo adelante.
La vacunación necesita apoyo
A un año de los confinamientos vivimos una mezcla de esperanza con incertidumbre. Ya tenemos la vacuna, que puso una luz al final del túnel, aunque sigue habiendo mucho camino por recorrer y decisiones importantes para tomar para proteger a toda la población y no desfallecer en el esfuerzo que ha generado optimismo y abre paso a mantener, en el largo plazo, la salud de los colombianos y la recuperación económica del país.
Acabar con el “techo de cristal” en el turismo
Según la Organización Mundial del Turismo, las mujeres ocupan el 54% de la fuerza laboral del sector turístico, pero son empleos poco cualificados o relacionados al sector informal, lo cual hace que se revele la situación de inequidad y la brecha de género. A lo anterior se le suma la diferencia en sueldos que reciben las mujeres con respecto a los hombres que se dedican a actividades vinculadas al turismo, porque además de tener mejores cargos y posiciones más altas obtienen salarios de un promedio de 14.7% más que las mujeres.