“Exportar, la mejor escuela en competitividad”, columna en Portafolio, 25 de febrero de 2016.
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Exportar, la mejor escuela en competitividad
María Claudia Lacouture
Presidenta de ProColombia
@mclacouture
En el trasegar por el mundo del comercio exterior y de la promoción se desarrollan ciertas habilidades relacionadas con la perseverancia y la persistencia, pero sobre todo con la reacción inmediata, la adaptación rápida y el servicio oportuno.
Aprende uno que la oferta y la demanda son conceptos variables y dinámicos, que lo que fue un año ya no es en el otro, que las tendencias son sensibles, cada vez más sensibles, que hay que conocerlas, divulgarlas, incorporarlas sin perder de vista que mañana pueden cambiar.
También que exportar es mucho más que el simple ejercicio de vender en el exterior. Los que llevamos varios años en esta actividad sabemos que exportar es un medio, una forma de mejorar procesos, modernizar estructuras, mantenerse informado, tecnificar, optimizar recursos, especializar al talento humano. Exportar es la mejor escuela en competitividad.
Los beneficios económicos de exportar son consecuencia del proceso que llevan las empresas para adecuar su oferta a la demanda internacional: un camino de aprendizaje que permite conocer realmente la empresa, sus fortalezas y debilidades, los competidores y las nuevas oportunidades para crecer. Es la oportunidad de obtener nuevos aliados y transferencia de tecnología.
Algunos mejoran los empaques para hacerlos más funcionales y atractivos visualmente; ponen en marcha prácticas empresariales que llevan a obtener mayores rendimientos; tienen al cumplimiento y a la calidad como norma; e incluso diversifican el producto para aprovechar nuevas oportunidades.
Llegar al éxito toma tiempo, perseverancia e inversión. El Banco Mundial prevé que los precios de las materias primas seguirán a la baja este año y el Fondo Monetario Internacional advierte que los países que dependen de estos productos deben pensar en alternativas. La exportación de productos con valor agregado es una de ellas.
Es más interesante quedarse para vender solo en casa porque es un mercado emergente y con una clase media en aumento, pero hay más posibilidad de crecer si salimos. Igual sucede si se exporta a un solo país o un solo producto. Hemos visto cómo las empresas que diversifican según lo que encuentran en los mercados, adecuando su oferta a la demanda, tienen niveles de crecimiento superiores que las que no lo hacen.
Tomando como referencia la base del tejido empresarial colombiano, con fuentes como DANE, SuperSociedades y BPR, encontramos que las empresas que exportaron entre 2011 y 2014 recibieron casi el doble en ingresos operacionales frente a las que no y generaron más empleo. Solo las mipyme agroindustriales crecieron un 6,1% en número de empleados en comparación con las que no exportaron que aumentaron un 4,9%. En manufacturas la relación fue de 3,4% y 2,9%.
De acuerdo con la directriz del presidente Juan Manuel Santos y bajo la estrategia del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ese fue uno de los mensajes desde ProColombia en 2015, un año en el que además de nuestras labores usuales de promoción nos dedicamos a sembrar la semilla de la internacionalización, mostrando las ventajas, los clientes potenciales, las características y exigencias de los mercados y en general animando a los empresarios a que pierdan el miedo de salir.
De esa siembra surgen los frutos de forma progresiva y en la medida en que se desarrolle la relación de confianza que necesitan los compradores internacionales con los exportadores colombianos.
Como 2016 será un año de retos para todos los exportadores, porque el mercado mundial atraviesa dificultades, la demanda exige productos con valor agregado y empresas más productivas y eficientes. Colombia tiene mucho para crecer como proveedor.
La Cepal reconoce el esfuerzo de Colombia por diversificar, destacándolo como un caso para mostrar en la región, aunque con la salvedad de que el reto sigue siendo el de la diversificación productiva para disminuir la dependencia de las materias primas.
La coyuntura económica internacional exige que los sectores público y privado articulen acciones conjuntas para fortalecer el aparato productivo, dinamizar el desarrollo de las regiones y contribuir a la generación de empleo.
Trabajamos para fortalecer el tejido empresarial exportador constante; para que las grandes empresas exporten más y las pequeñas crezcan en la internacionalización; para continuar facilitando y promoviendo las oportunidades de encadenamientos productivos y el aprovechamiento de los acuerdos comerciales.
Necesitamos el compromiso de todos: ante el ritmo cambiante de la economía el mejor antídoto es actuar, entrar al juego, jugar en equipo, jugar para ganar y que todos ganen.