Con el tema de ‘Turismo y transformación digital’, la OMT lideró las celebraciones del día mundial del turismo y mostró cómo los avances tecnológicos contribuyen a la consolidación de esta industria, la única en permanente crecimiento, aunque con algunos síntomas de fatiga en los destinos consolidados precisamente por exceso de éxito. La experiencia internacional nos enseña la importancia de la oportuna planeación para garantizar la conservación y el desarrollo ordenado.
Esta reflexión llega en un momento oportuno para Colombia, justo cuando las autoridades de nuestro país deben definir el Plan de Desarrollo Sectorial 2018-2022 y en unas circunstancias bastante positivas gracias al trabajo que en la última década hicieron el Gobierno y el sector privado y que favorecieron la inversión en el desarrollo de infraestructura, en la conectividad, la recuperación de la imagen país y la promoción.
La llegada de turistas extranjeros a Colombia registra un crecimiento anual constante en los últimos 10 años, y muy por encima del promedio mundial, por lo que estamos en el momento para definir cuál será la apuesta del sector para la próxima década, cómo se va a desarrollar, en dónde y en qué tiempos. Una visión estratégica acorde con el momento histórico y en coherencia con nuestro mayor valor nacional: la diversidad.
Por eso es indispensable lograr marcos institucionales y legales actualizados y compaginados, con normas de ecoturismo que garanticen la calidad en la prestación del servicio, seguridad para el visitante y para los destinos, pero sobre todo lograr un turismo sostenible que involucre lo social, lo económico y lo ambiental.
Un desarrollo con capacitación en servicio e idiomas para los proveedores, acceso a los mercados, mayor conectividad, con comunidades protagonistas y gestoras de la prosperidad local. Debe incluir además programas de acceso a créditos blandos con periodos de gracia que den un impulso real a los empresarios, así como una promoción internacional adecuada para extranjeros.
Fortalecer el emprendimiento es fundamental y el turismo lo necesita, así como y una normatividad de la tecnología que permita el desarrollo del sector. El turismo es un mundo cambiante y el internet y las redes sociales han transformado la manera de consumo del mismo.
Hay innumerables maneras de apoyar el emprendimiento, como la que adelanta la propia OMT y que convocó a 3.000 startups de 132 países para que presentaran soluciones o innovaciones en modelos de negocio relacionados con el futuro de los viajes, la experiencia de turismo, el impacto medioambiental y el desarrollo comunitario. Todo bajo el prisma de la sostenibilidad y la certeza de que la incorporación de los avances digitales y la innovación brindan al turismo oportunidades para aumentar la inclusión social, el empoderamiento de las comunidades locales y el uso eficiente de los recursos en la gestión.
Pero al margen de todo, la nueva política debe considerar la conservación y el desarrollo económico como pilares del turismo 2.0 que tenemos que definir para los próximos años. Y definir y desarrollar una estrategia en torno a la biodiversidad, que es nuestra fortaleza y mayor potencial.
Estamos en el momento histórico para imprimirle mucho valor y prioridad al turismo para que realmente sea, como dice el Gobierno, el nuevo petróleo de la economía colombiana.
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