Durante el último Congreso de Zonas Francas de la Andi que se llevó a cabo en Cartagena dimos a conocer un nuevo escenario que les permitirá fortalecerse y aumentar su incidencia en las exportaciones con valor agregado del país.
El fenómeno se conoce como relocalización y se trata del regreso desde Asia de grandes empresas de Estados Unidos, impulsado en gran medida por las políticas del Gobierno estadounidense y por condiciones del mercado asiático como el incremento de los costos por mano de obra.
Su retorno también significa posibilidades para Latinoamérica porque, entre otras razones, el país norteamericano solo cuenta con 1,4 millones de personal calificado, y se espera un déficit laboral para 2026 de 875 mil empleados.
Además, la región les significa menores precios de producción por un dólar más fuerte, mejor calidad de los productos y tiempos más competitivos, acuerdos comerciales vigentes, mejor respuesta a las cambiantes demandas de los consumidores y niveles más bajos de rotación de inventarios con mejores retornos.
De acuerdo con un estudio de FDI Markets, en los últimos cinco años alrededor de 100 empresas han retornado su producción a Estados Unidos, como es el caso de General Motors, Apple, Lenovo y Ford, y se estima que su retorno generará entre 2,5 y 5 millones de empleos, de los cuales 1 millón serán en Latinoamérica.
Esto nos llevó a reflexionar sobre los caminos que deben emprender las zonas francas para estar preparados ante los nuevos tiempos que se avecinan.
Para ello, es conveniente que se especialicen, incluso por sectores y regiones, sin excluir ninguna. Se logra así una mayor eficiencia y un mejor servicio; hay sectores que requieren de una infraestructura y logística específica; se incentiva el recurso humano de alta calidad; se da un enfoque en innovación y desarrollo; cooperación intergubernamental en temas clave como gestión social, sostenibilidad e innovación tecnológica; y transferencia tecnológica del desarrollo económico de países más avanzados.
ProColombia ya puso en marcha una estrategia para aprovechar la coyuntura. Con gremios, cámaras de comercio, agencias de promoción y las mismas zonas francas estamos realizando una serie de talleres en 15 regiones del país para escuchar las necesidades y definir una estrategia personalizada que permita fortalecerlas. Con esto se analizarán cuáles son los sectores que generan una mayor dinámica en cada región para que se especialicen.
El diagnóstico será complementado con un estudio sobre el fenómeno de relocalización, y un segundo paso será aumentar la inversión de empresas ‘ancla’, que son aquellas multinacionales que “anclan” a sus proveedores de primer y segundo nivel, y lideran las cadenas conformadas por los mismos.
Si una gran compañía se instala en Colombia para producir confecciones, por ejemplo, se aprovecha para traer a sus proveedores extranjeros de insumos para que se instalen en el país y se asocien con otras empresas colombianas del sector y así generar un clúster alrededor de la zona franca, crear un círculo virtuoso que beneficie a todos.
El análisis será una hoja de ruta que estará lista antes de finalizar el año. Cuando eso ocurra, necesitamos un régimen especializado que se adecúe a las necesidades de estas empresas con el objetivo de facilitarles más mecanismos para aumentar las exportaciones y la generación de empleo.
María Claudia Lacouture
Presidenta de ProColombia
@mclacouture