Como amigos del alma

Durante la historia de la humanidad, y hasta el siglo pasado inclusive, una persona con discapacidad intelectual era un problema de salud, un asunto de resignación familiar y estigmatización social. ¿Quién hubiera pensado entonces que hoy esas personas podrían asumir roles en una empresa y que en algunos casos fueran el único sustento en la familia?

Los “amigos del alma”, como les llama Best Buddies en su excepcional labor en la búsqueda de oportunidades para ellos, demostraron que su inclusión laboral es un buen negocio por partida doble, primero porque ciertamente desempeñan sus funciones a cabalidad y segundo porque su valoración como seres con responsabilidades les da autoestima, tranquilidad y mejora sustancialmente su convivencia.

Pero también les llegó la cuarentena, la necesidad de resguardarse en casa, y la socialización es algo muy importante para ellos, compartir, servir, trabajar, cumplir. Y aunque se intente compensar con espacios de formación y esparcimiento virtual, los Amigos del Alma que tienen un empleo -y los que aspiran a tenerlo-, necesitan ver y sentir, saber que son esenciales y que son parte del sistema social.

A medida que se extienden las restricciones y sin resolverse la pandemia crece la incertidumbre en ellos y en sus familias por el temor de que las empresas que los contratan no puedan mantenerlos indefinidamente en teletrabajo.

De momento, y de acuerdo a datos de Best Buddies, se ha podido mantener el empleo de los Amigos del Alma gracias a la conciencia del impacto del programa. De las 81 empresas del Programa de Oportunidad Laboral solo diez se han retirado o pospuesto su participación, a pesar de los problemas financieros como consecuencia del covid-19.

La necesidad de mantenerse activos es de gran importancia, por eso se ha buscado que cada uno logre fortalecer sus destrezas virtuales. En una encuesta del BBVA sobre la situación de los Amigos del Alma en Colombia, respondida por ellos mismos en un 76%, reveló que el 75% de esa población cuenta con equipos electrónicos aptos para desarrollar actividades de preparación laboral y el 65% conoce las aplicaciones básicas de herramientas ofimáticas (Google Chrome, Excel, Mozilla Firefox, Word y Power Point).

Sin embargo, el tiempo pasa y hay que mantener sus trabajos y generar acciones proactivas, por ejemplo, desde los gobiernos, con apoyos que les ayuden a solventar esta situación de confinamiento. La realidad es que las personas que trabajan por esas personas sienten que la presencia del Estado es débil. Por lo que las fundaciones han tenido que buscar la manera de acceder a ayudas a través de la empresa privada, que con los años ha adquirido un mayor compromiso social y sensibilidad por la inclusión.

Se requiere de apoyo especializado para superar la inactividad durante la pandemia, no solo apoyo económico, también sicológico, y todos podemos contribuir.

Los Amigos del Alma, necesitan del apoyo desde el alma -el 60% tiene entre 17 y 30 años-, los aspectos vitales son la confianza y la credibilidad de quienes los emplean, y un apoyo desde el Gobierno Nacional y las administraciones locales, que no olviden que estos jóvenes son colombianos con muchas ganas de salir adelante, de ser útiles, tener un salario, un lugar al cual pertenecer y ser, por fin, motivo de orgullo para sus familias y para ellos mismos.

Si usted desea apoyar visite la página de Best Buddies Colombia

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