“El reto es impulsar la estructura productiva del país”

Mi conversación con El Nuevo Siglo.

El reto es impulsar la estructura productiva del país

Lea el texto acá:

¿Qué piensa de su designación como ministra de comercio?

Es un honor, un privilegio, un reto y un voto de confianza por parte del señor Presidente que agradezco y que con toda certeza será correspondido.

¿Cuáles son sus retos como nueva ministra de comercio?

El mayor reto es contribuir a consolidar a Colombia como un país moderno, darle continuidad a la excelente labor de mis antecesores en los últimos cinco años en lo que respecta a la inserción de Colombia en el mercado internacional, en la generación de herramientas para crecer la industria y, mediante un ejercicio de micro-gerencia, eliminar barreras, consolidar la posición de Colombia en los mercados y la percepción positiva que ha ganado el país en el mundo.

Tendremos que fortalecer esas tareas con innovación, mayor productividad y  más competitividad.

Todo ello con un renovado compromiso de los sectores público y privado. Un país moderno precisa de una armónica, constructiva y dinámica interacción entre esas dos fuerzas. Es imperativo que trabajemos juntos, que entendamos nuestros roles y generemos una relación productiva, estimulante, crear las condiciones necesarias para un gana-gana nacional que garantice su desarrollo y el bienestar de sus ciudadanos.

Si logramos la consolidación de las dinámicas productivas de este país, si trabajamos juntos por una Nación moderna y vigorosa, vamos a mejorar los resultados de la balanza comercial, a crear empleo de calidad, emprendimiento y a reforzar los cimientos de la agenda a largo plazo que es la agenda de la paz.

¿Tiene pensado algún plan para reactivar las exportaciones ya que aún siguen bajas?

Más que un plan concreto necesitamos una estrategia robusta con muchas acciones. Es un mundo complejo y variante que tiene diversas causas y tenemos que ir a fondo, debemos buscar los modelos exitosos, enfocarnos en lo esencial. Necesitamos de mucha creatividad, de trabajo en equipo, de entusiasmo y de compromiso. Continuar la diversificación será un punto de partida.

Adicionalmente se necesita de un aparato productivo que permita apalancarnos en los productos de calidad que tenemos hoy para buscar generar un valor agregado. De las 399 empresas que hacen el 80% de las exportaciones tenemos un grupo importante que puede evolucionar sus productos para generar valor agregado y por otro lado estimular el tejido empresarial exportador, que innove y crezca a través de la internacionalización. Si no trabajamos de la mano para generar productividad seguiremos dependiendo de las variaciones de los precios internacionales de los commodities.

¿Cuáles cree que son las falencias del sector?

La dependencia a los commodities demostró nuestra mayor debilidad. Por eso el Gobierno Nacional ha priorizado el fortalecimiento de las exportaciones diferentes a hidrocarburos y minerales. Los organismos financieros internacionales coinciden en que el entorno internacional se mantendrá deprimido. Entonces tenemos que trabajar mucho.

Los exportadores han clamado una reforma tributaria ¿cree que se necesita urgente?

Ciertamente necesitamos articular el sistema institucional, que las entidades que de una manera u otra intervienen en los procesos exportadores estén mejor articulados, que sigamos en el proceso de identificar los obstáculos y trabajar de manera coordinada con el sector privado. El Gobierno del presidente Santos tiene la absoluta e indiscutible voluntad de hacerlo.

¿Qué opina frente a las críticas de su nombramiento? La red de justicia tributaria afirma que desde que estuvo al frente de Procolombia  las exportaciones se redujeron de 57 mil millones de dólares a 36 mil.

El trabajo de ProColombia está enfocado específicamente en las exportaciones no tradicionales las cuales registran un crecimiento de 9,22% al comparar las ventas externas del país en el 2015 con 2010.

Colombia como otras economías ha sido afectada por la reducción en el precio del petróleo impactando directamente las exportaciones de hidrocarburos y minerales. Tenemos el reto de ayudar a evolucionar la estructura productiva del país, reflejada en una oferta de baja sofisticación y basadas en recursos naturales. El camino a seguir está en el fortalecimiento del valor agregado para los productos nacionales, que las materias primas adquieran sofisticación, que nos encadenemos a los grandes procesos productivos, busquemos mayor rentabilidad y dejemos de conformarnos con las migajas del pastel del comercio internacional.

¿Qué hacer para que los empresarios aprovechen más los TLC?

Conocimiento. Transferencia y aprovechamiento es ese conocimiento. ProColombia trabaja todos los días en la búsqueda de esa información y en encontrar esos compradores potenciales. Conocer qué necesita un mercado, dónde está el comprador, cuáles son los canales de distribución, las ventajas, las alianzas. Insertarnos en las cadenas globales.

Colombia tiene acceso preferencial a 45 países y cerca de 1.500 millones de consumidores en mercados como Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, México, Chile o Perú; y próximamente con naciones como Costa Rica y Corea del Sur, con los que actualmente se mantienen tratados suscritos, lo que abrió oportunidades para el ensamble de vehículos, producción de calzado, confecciones, metalmecánica, industria petroquímica, servicios tercerizados, biotecnología e investigación y desarrollo, entre otros.

Sumado a lo anterior, Colombia suscribió Acuerdos Internacionales de Inversión y Acuerdos para evitar la Doble Tributación con varios países, propiciando un marco jurídico estable y favorable para la llegada de capitales extranjeros, para el aprovechamiento del país como plataforma exportadora y lograr mejor inserción en la economía global.

¿Cuáles son los principales cuellos de botella de las exportaciones?

Cuando se les pregunta a los empresarios con potencial exportador -pero que no exportan o dejaron de hacerlo- por qué no dan el paso hacia la internacionalización, la mayoría responde que el mercado interno consume su producción. Si bien el comercio ha tenido un buen desempeño en los últimos años, Fedesarrollo indica que en 2016 el entorno internacional seguirá orbitando sobre el dinamismo nacional y este se afectará como consecuencia de la desaceleración económica, la confianza del consumidor, el aumento de la inflación y la menor demanda de crédito.

Es el momento de cambiar los paradigmas. El camino a seguir está en el fortalecimiento del valor agregado para nuestros productos. Que nuestras materias primas adquieran sofisticación, que seamos nosotros mismos quienes transformemos y llevemos bienes finales al consumidor mundial, que nos encadenemos a los grandes procesos productivos, que busquemos mayor rentabilidad.

La crisis del petróleo representa una oportunidad para nuevos mercados. ¿Estábamos preparados?

Desde el comienzo del Gobierno el propósito medular ha sido diversificar. Pero es un proceso y la caída del mercado internacional de hidrocarburos fue de golpe y arrastró al resto. Los países buscan protegerse y los organismos internacionales hacen pronósticos, pero los mercados son complejos, movedizos y no siempre predecibles.

El bajonazo de los precios de las materias primas es una de las fuentes de desaceleración que tiene a las economías que dependen de ellas, principalmente las emergentes, en un estado permanente de vulnerabilidad.

Una mayor oferta mundial y el debilitamiento de economías como las de Asia oriental son las razones del descenso que viene ocurriendo desde 2011.

En 2015 cayeron un 24,83%, según el índice Bloomberg, en parte por la desaceleración de China que ha sido uno de los principales compradores del mundo en las últimas décadas.

Este año el contexto externo seguirá siendo complejo para los mercados latinoamericanos que sentirán los efectos de las mismas tendencias globales que predominaron en 2015: un crecimiento relativo de Estados Unidos, una recuperación apenas perceptible en Europa y un estancamiento China.

La reducción de las importaciones a nivel global ha impactado países estratégicos para las exportaciones colombianas como Brasil (38,8% variación anual en 2015), Ecuador (22,4%), Japón (-20,0%), Francia (15,4%), Alemania (13,0%) y Estados Unidos (4,3%).

Es el fin del ciclo de altos precios de las materias primas, como lo ha llamado la Cepal, que además coincide en advertir que el principal desafío de la región para retomar la senda del crecimiento es reducir la dependencia de los commodities y de productos con un grado mínimo de sofisticación, apostando por la diversificación del patrón exportador y la innovación tecnológica.

Y pese a ese contexto hemos diversificado. Los productos colombianos llegan a 184 países, creció el número de empresas exportadoras constantes, que si bien pequeñas van construyendo su tejido y productos nuevos.

¿Cuál será  el aporte del turismo, la industria y el comercio en un posible posconflicto?

Un país sin conflicto armado será un destino más atractivo para los viajeros internacionales. En un periodo de 10 años el turismo se dispararía hasta un 30 por ciento, según cálculos del Gobierno Nacional.

Un estudio de la Dirección Nacional de Planeación (DNP) concluyó que la economía colombiana tendrá un crecimiento adicional comprendido entre el 1,1 y el 1,9 por ciento cuando logre la paz, la Inversión Extranjera Directa (IED) se triplicaría hasta los US$36.000 millones anuales en el largo plazo y en exportaciones se estima que las ventas alcancen los US$65.000 millones sostenidos en el largo plazo.

Desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, con el apoyo de las entidades territoriales, gremios, empresarios turísticos y la academia, se está trabajando con el sector turístico integrando a las regiones víctimas del conflicto armado a un mercado incluyente que brinde opciones a las comunidades locales a través de la práctica del turismo consciente y sustentable.

El turismo es la mejor manera de integrar el territorio al desarrollo por una vía amigable con el medioambiente.

¿Cuál es la meta de la cartera de comercio para este año?

Tenemos la meta de 30 mil millones en exportaciones de productos no mineros para el 2018

¿Trabajará para reactivar el comercio en la frontera con Venezuela?

Seguiremos apoyando la generación de productividad y competitividad de las empresas de la frontera para que puedan llegar a nuevos mercados internacionales.

¿Ha pensado en algunas alternativas?

Son varios frentes: fortalecer la industria, diversificar las exportaciones, atraer inversión productiva con vocación exportadora y, por supuesto, seguir en el proceso de normalización y formalización del comercio.

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