El turismo y la huella de carbono

 

El 34% de los turistas está dispuesto a pagar más por alojarse en hoteles respetuosos con el medio ambiente, según una encuesta de TripAdvisor, una de las principales plataformas de servicios turísticos, que señala también que el 38% de los viajeros, a la hora de viajar, prefiere que su destino tenga alguna relación con la naturaleza. Ese mismo porcentaje se había alojado alguna vez en un hotel ecológico y un 9% buscaba específicamente este tipo de hoteles.

La protección al medio ambiente y la lucha contra el cambio climático están impactando cada vez más los negocios. Contribuir al esfuerzo mundial contra el efecto invernadero constituye una oportunidad para los empresarios colombianos que buscan ser más competitivos a nivel internacional.

Muchas de las mayores empresas de viajes y turismo del mundo han reducido su huella de carbono en un 20% en los últimos diez años y pretenden que sea de un 50% en 2035, dice un informe del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés). El reto es de todos.

Cada uno de nosotros deja durante su existencia una huella de carbono, como se conoce a la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos como consecuencia  directa o indirecta de las actividades de una persona o una empresa, una organización, evento o producto.

La huella de carbono permite que cualquier persona pueda calcular con precisión las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por sus acciones, y por lo tanto su participación en el calentamiento global en todos los ámbitos de su vida.

La industria del turismo, según la Organización Mundial de Turismo, es responsable del 5% de las emisiones mundiales de CO2, por esta razón cada vez más turistas y turoperadores valoran la conducta sostenible y responsable que por parte de los establecimientos hoteleros y negocios turísticos se ha tomado en los últimos años.

La calculadora personal de la huella de carbono tiene todo en cuenta, desde las compras de calzado, el uso de calefacción o de aire acondicionado, la carne que se consume, los transportes que usa, la utilización de bolsas y algunas otras actividades cotidianas que producen CO2.

Por ello, es conveniente conocer el impacto que tienen nuestros hábitos sobre el medio ambiente y tener en cuenta varias recomendaciones para reducir nuestra huella de carbono en ámbitos como el transporte, la comida y en los quehaceres domésticos, entre otros.

También la oportunidad de ofrecer a los turistas la oportunidad de conocer e incluso compensar sus emisiones de CO2 a lo largo de su estancia puede ser una buena práctica. Para hacer turismo, utilizar el carro lo necesario y en lo posible movilizarse en transporte público, la bicicleta o caminar siempre será mejor.

Utilice más las aplicaciones para llevar los registros de su reserva y disminuya la impresión de papel. La industria papelera es el tercer emisor más grande de gases de efecto invernadero. Por ello, es importante ahorrar en papel en casa y en el trabajo, utilizar reciclado y tomar medidas como sustituir las facturas en papel por electrónicas.

Consuma alimentos producidos a nivel local y productos de temporada. Lleve su bolsa a la compra. Reutilice las que tengan o lleve una talega de tela a la compra.

Recicle. Y no sólo cartón, papel, plástico o vidrio.

Plante árboles endémicos. Un árbol capta el carbono de la atmósfera y puede eliminar entre 350 y 3.500 kilos de carbono durante su vida. Es una manera de borrar su huella (“Si supiera que el mundo se ha de acabar mañana, yo, hoy aún, plantaría un árbol”: Martin Luther King)

Se trata de un asunto global que solo podremos revertir desde la transformación del individuo, con una conciencia social y una eficiencia política enfocadas en la eliminación de la pobreza extrema, la utilización de energías limpias y el uso adecuado de los recursos.

Identificar la huella ayuda a bajar costos y ser más competitivo. Es un factor diferenciador. Las empresas colombianas podrán hacer lo mismo o más gastando menos recursos, al mismo tiempo que le aportan al medio ambiente. Borrar o reducir la huella de carbono conlleva beneficios que van desde una mejor eficiencia energética, mayor productividad, reducción de costos y posicionamiento en el comercio exterior.

La huella de carbono les servirá a las empresas para ofrecer productos diferenciados, lo que permitirá acceder con mayor facilidad a nuevos nichos de mercado en países como Estados Unidos y los europeos, donde el consumidor valora las empresas que son ambientalmente ‘amigables’.

Como bien menciono Jean-Jacques Rousseau, “Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza.” Y para mantenerla somos todos los que podemos contribuir al tiempo que la preservamos podemos ser más competitivos.

Lea la columna en la página de Portafolio haciendo clic aquí