Las lecciones deportivas, que por sus características particulares despiertan pasiones, son aplicables al mundo empresarial. Si se trata de competir, el objetivo es ganar. O por lo menos disputar las posiciones de privilegio. Eso solo se logra cuando estamos en igualdad de condiciones con los rivales y el campo de juego está nivelado.
En los Juegos Olímpicos de Brasil, Colombia obtuvo sus mejores resultados históricos. Ocho medallas y 21 diplomas que nos llenaron de orgullo. Fueron fruto de un trabajo a largo plazo, en el que se cosecharon semillas sembradas años atrás. La apuesta fue por el deporte. Desde un Gobierno que puso recursos y capacidades a disposición de esos deportistas, que al principio eran jóvenes con potencial. El apoyo les permitió desarrollar sus habilidades hasta llegar a competir. Llegaron a la élite y empezaron a enfrentarse con los mejores, en su mismo nivel, porque ellos ya no eran uno más.
Apostar, en este contexto, no es un juego de azar. Es la inversión inteligente de los recursos con miras a una meta. Y así como en el 2016 apostamos a los Olímpicos, este año lo hacemos a una Colombia moderna y sostenible. A más productividad, más bienes con valor agregado, más emprendimiento. A transformar el país con innovación y competitividad.
¿Dónde está la diferencia entre vencedores y perdedores? El desnivel depende de las condiciones de los participantes. No se pueden cambiar los reglamentos, pero sí mejorar el rendimiento individual con trabajo duro. Y eliminando aquellas barreras que nos ponen en desventaja frente a nuestros rivales.
En el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo promovemos estrategias y programas cuyo objetivo es favorecer la competitividad empresarial. En ese sentido se inspira Colombia Repunta, con la exención, ahora permanente, de aranceles para importar materias primas y bienes de capital.
Desde el 2011 trabajamos con esta estrategia que pone a la industria nacional en igualdad de condiciones frente a competidores extranjeros para acceder a tecnología y bienes destinados a transformarse. Es una larga lista que incluye 3.400 partidas entre maquinaria utilizada en agro y agroindustria, materiales de construcción, equipos generadores de energía e instrumentos de medición.
Los empresarios colombianos se han ahorrado cerca de 358,6 millones de dólares anuales gracias a esta política, y han podido invertir, desde el 2013, casi 31.000 millones en infraestructura para emprendimiento, mejorar capacidad instalada y disponer de insumos. Eso beneficia al país, genera empleo, atrae divisas, aumenta ingresos y mueve la economía.
Ajustamos tres años seguidos de crecimiento en la industria con índices que mejoran cada día. La eliminación de aranceles es solo una de las herramientas de la Política de Desarrollo Productivo, con la cual incrementaremos la productividad de 1.400 empresas con una inversión de 77.000 millones de pesos.
Las acciones forman parte del Plan de Desarrollo Productivo Regional que, a través de siete estrategias (productividad, calidad, capital humano, encadenamientos, financiación, innovación y emprendimiento y comercio exterior), concentra acciones para impactar los sectores que conforman las cadenas priorizadas, entre ellos frutas, cacao y café y sus derivados, industrias del movimiento; soluciones para la construcción, servicios de software y TI, confecciones y textiles, farmacéutico, petroquímico, plástico e industrias del plástico, química básica y turismo, entre otros. También trabajamos en cambiar la mentalidad y cultura de los colombianos en torno al emprendimiento y la innovación, con actividades de fortalecimiento que llegarán a por lo menos 12 ciudades, así como en agilidad en la atención de los emprendedores innovadores.
Invitó a los empresarios a sumarse a este esfuerzo nacional. Vamos por las medallas, por la de oro.
María Claudia Lacouture
Ministra de Comercio, Industria y Turismo
@mclacouture