Entrevista en LA NACIÓN
La presidenta de la Cámara Colombo Americana, María Claudia Lacouture, habla con LA NACIÓN y le pide al Gobierno de Gustavo Petro acciones concretas ante el estancamiento de la economía. “La reactivación económica es un objetivo común que debe unir a empresas y gobierno”, dice. Llama a levantar trabas a inversiones, ofrecer créditos blandos, simplificar trámites y a implementar un plan a favor de las exportaciones.
En diálogo con LA NACIÓN, la presidenta de la Cámara Colombo Americana, María Claudia Lacouture, dice abiertamente que el crecimiento de la economía está frenado y llama al Gobierno de Gustavo Petro a tomar acciones concretas.
¿Cuál es el panorama económico hoy del país?
Tenemos un desafío de crecimiento, un crecimiento que está frenado. Tenemos que buscar soluciones que quiten el freno de mano. Se requiere impulsar no solo la demanda sino la oferta, eso quiere decir que hay que trabajar en dar certidumbre para que se tenga confianza que Colombia da las condiciones para invertir. Y el horizonte está lleno de nubarrones. Tenemos una política monetaria contractiva, una situación fiscal frágil sin gasto en sectores generadores de empleo, una inflación disminuyendo gradual pero aun alta, incertidumbre política interna en todos los ámbitos, y preocupación a nivel internacional como se menciona en el reporte del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre el clima de inversión en Colombia. Estos y otras variables limitan un repunte del crecimiento. Y aunque el Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE) para mayo mostró un crecimiento del 2,45% en comparación con mayo de 2023, a nivel intermensual, se presentó un decrecimiento del 0,37% en comparación con abril de 2024 y en el que, las actividades financieras y de seguros, así como las de administración pública, defensa, educación, salud y actividades artísticas, mostraron bajas. En lo que va del año, el ISE ha crecido un 1,99%.
¿Cómo describe el crecimiento económico actual y las perspectivas de él para 2025?
Insuficiente y las perspectivas al 2024 no son mejores así se duplique el crecimiento a un 3% es mediocre para cubrir los retos que tiene el país. El desafío se viene profundizando; el año pasado el PIB creció 0,6%; el primer trimestre de este año creció 0,7% y el Fondo Monetario Internacional, FMI, proyecta un alza de 1,1% a cierre de 2024, que al ponderarlo a un nivel per cápita da como resultado una economía estancada. Hacia 2025, el mismo mecanismo (FMI) prevé un crecimiento económico del 2,5% por detrás de Perú (2,7%), compartiría con Chile (2,5%) y por encima de Brasil (2,1%). Esta alza respondería a un mayor relajamiento de la política monetaria y un aumento del consumo de las empresas y los hogares. Sin embargo, frente a las necesidades de país ese crecimiento aún sería débil. Es necesario que, desde ya, con la nueva legislatura, se generen acciones que permitan revitalizar la economía y eso se logra partiendo de las diferencias, respetándolas y construyendo consensos porque al final todos tenemos un mismo objetivo y es el desarrollo de Colombia.
¿En qué momento llegamos a este punto que usted describe?
Parte de la situación que se vive hoy viene como resultado de la pandemia y de las acciones que se tomaron en ese momento para evitar mayores descalabros económicos. No es una situación solo de Colombia, también hubo una afectación global. Producto de esas decisiones, el crecimiento de 2021 se desbordó hasta el 10,8%, e inició un proceso de acoplamiento que a 2022 llegó a 7,3%, aún muy alto para la tendencia de Colombia. Sin embargo, más que enfocarnos en el cómo llegamos a esta situación, lo importante es mejor ver cómo entre todos salimos de ella y aquí el papel del sector privado a través de iniciativas como el Pacto por las Oportunidades para el Crecimiento, al cual todos los empresarios del Huila están invitados a sumarse, es esencial (www.pactoporlasoportunidades.co).
¿Por qué cree que el Gobierno de Gustavo Petro está distanciado del sector privado?
Desde que inició esta administración se han buscado espacios comunes que nos permita trabajar mancomunadamente con las diferentes entidades del gobierno. Esos espacios se han dado, algunas con más apertura que otras. Sin embargo, después de varios diálogos estamos haciendo un llamado para que podamos pasar de las conversaciones a los consensos como resultado de debates respetuosos, donde las opiniones diferentes se tengan en cuenta y se puedan concertar acciones en beneficio del país.
¿Usted cree que el Gobierno Nacional es consciente de lo que está pasando?
Entendemos que si lo es teniendo en cuenta el llamado a trabajar en un plan de reactivación. Celebramos la iniciativa de poner en blanco y negro un plan de reactivación.
¿Qué necesita hoy el país para una verdadera reactivación económica y salir del estancamiento?
El plan de reactivación no da espera. Se debe desarrollar acciones concretas, realizables a corto plazo que reactive la economía. Es crucial entender que el estancamiento económico no se debe solo a la falta de demanda, sino también a problemas de oferta. Por lo tanto, un plan de reactivación debe abordar los desafíos estructurales que limitan el crecimiento de la oferta y generar confianza en las condiciones de inversión en Colombia. La reactivación económica es un objetivo común que debe unir a empresas y gobierno. Es una oportunidad para recuperar la confianza a través del diálogo y alcanzar consensos en debates respetuosos, que se concreten en acciones realizables a corto plazo en beneficio del país. Pero hay que ir más allá y ser consiente que tener un sector empresarial fuerte es beneficioso para todos, no solo para el empresario. De ahí vienen los impuestos para el Estado, los salarios para los empleados, una apuesta para fortalecer el empresariado.
Para explicarle a los lectores y seguidores de LA NACIÓN, ¿Qué representa la caída de la inversión privada? ¿Cómo cree que el Gobierno pudiera alentarla de nuevo?
La caída de la inversión privada es un llamado de alerta contundente que debe atenderse, significa que las empresas están viendo más riesgos que beneficios en invertir en Colombia. Por eso, el Gobierno debe modular los mensajes que se envían, todo tiene un impacto en la economía y debe generar certidumbre para que las empresas tengan la confianza de llegar al país. Lo que el gobierno puede hacer es adelantar acciones de corto plazo. Algunas iniciativas son, por ejemplo, levantar trabas y obstáculos a inversiones que están frenadas por permisos o consultas previas mediante trabajo conjunto entre ministerios y entidades; ofrecer créditos blandos con garantías públicas y dirigidos a sector agrícola y agroindustrial, industria y exportadores con impacto directo en actividad comercial y pymes; implementar un programa de simplificación de trámites para acelerar procesos productivos y reducir tiempos; un plan de choque para impulsar las exportaciones que comprenda desde actividades de promoción efectiva en mercados clave, acercar la oferta exportable con la demanda, reducción de aranceles para materias primas y bienes de capital que Colombia no produce; subsidio a vivienda simplificando procesos pero también incrementando recursos para construcción y apoyos para que familias adquieran VIS, en coordinación con el sector financiero e impulsar la infraestructura garantizando flujo de caja a los proyectos actuales para que sean generadores intensivos de empleo.
¿Qué papel podrían jugar los alcaldes y gobernadores para contribuir a la reactivación del país? ¿Qué mensaje envía al Alcalde de Neiva y al Gobernador del Huila?
Colombia es un país de regiones, por lo que el trabajo focalizado es clave y ahí es donde alcaldías y gobernaciones tienen que entrar a jugar su papel. Es crucial diferenciar las inversiones según las características específicas de cada territorio, desde acciones urbanas en las principales ciudades hasta inversiones agrícolas y flexibilización en zonas periféricas. La alianza con los departamentos y la adaptación de los flujos de capital a las particularidades regionales deben ser prioritarias para lograr un impacto significativo y sostenido en la economía colombiana. Desde Amcham Colombia mantenemos esa disposición y estamos seguros que podemos hacerlo con el alcalde German Casagua y el gobernador Rodrigo Villalba, así como lo hemos venido haciendo con la Cámara de Comercio del Huila en la búsqueda de sinergias que beneficien a los empresarios como el Pacto por las Oportunidades o la rueda de negocios con Estados Unidos que tendremos en septiembre próximo.
¿Le ve futuro a la nueva reforma tributaria anunciada por el Gobierno Nacional?
Desde AmCham Colombia, hemos insistido que no es el momento para una reforma tributaria. Que la mejor reforma tributaria es la austeridad del gasto y la inversión eficiente del presupuesto. Estas reformas toman tiempo y el estancamiento de la economía requiere acciones urgentes. Adicionalmente, sabemos cómo entran, pero no cómo terminan después de su curso en el Congreso, y con los niveles de incertidumbre que tenemos, se le estaría echando leña al fuego. Si bien reducir el impuesto de renta siempre es una buena noticia, en este momento sería una medida insuficiente ya que el estancamiento de la economía no solo es por demanda sino de oferta. Se requiere reglas claras, garantías y estabilidad que generen confianza, confianza que Colombia da las condiciones para invertir. En vez de una reforma, se debe desarrollar acciones concretas, realizables a corto plazo que reactive la economía.
Como exministra de Comercio, ¿ve hoy a un Ministerio de Comercio y a entidades como Procolombia haciendo su tarea de impulsar el comercio y promoviendo el turismo?
Cada una de las instituciones hacen su trabajo y buscan el desarrollo de Colombia en sus áreas y, para potencializarlo, se necesita de una estrategia y una hoja de ruta clara para que todas las entidades funcionen de manera holística y organizada para lograr un beneficio conjunto que pasa por el desarrollo del aparato productivo hasta la promoción en el extranjero.
A usted la siguen recordando por la Campaña Colombia es Pasión, que buscaba atraer inversión, exportaciones y aumentar el turismo, ¿cómo volver a despertar esa pasión por nuestro país, aún en medio de problemas graves como la inseguridad?
Con acciones concretas, con disposición de diálogo y apertura al consenso. Colombia es un país que históricamente ha tenido múltiples retos, pero que estrategias como la campaña Colombia es Pasión lograron cambiar la manera en que el país era percibido y en un contexto social mucho más complejo. Esos logros no se pueden perder, se debe construir sobre lo construido, adecuar lo que existe y ha funcionado con las nuevas necesidades del país y, sobre todo, dar señales contundentes que garanticen que Colombia es un Estado de Derecho, una democracia que pese a los retos apuesta por su sector empresarial, por el fomento de las innumerables bondades que tiene y que toma acciones contundentes para hacer frente a los reveses.
Por último, ¿Qué se siente ser considerada como una de las 100 mujeres poderosas Forbes 2024? ¿Qué mensaje les envía a los empresarios huilenses?
Ser considerada como una de las 100 mujeres poderosas Forbes 2024 es un motivo de orgullo y una responsabilidad. Es el resultado de una carrera dedicada a construir país, identificar caminos y de resistir, insistir y nunca desistir. Y al mismo tiempo, es un llamado personal para seguir construyendo en la generación de oportunidades que redunden en un crecimiento para Colombia. Confío en Colombia y trabajo por aportar y demostrarlo. A los empresarios del Huila los invito al aprovechamiento de las oportunidades, a seguir apostándole a su región y a Colombia y por eso aprovecho esta oportunidad en LA NACIÓN para invitarlos a la rueda de negocios que tendremos en septiembre en donde traeremos compradores de EE.UU. del sector agroindustrial en donde el Huila tiene un potencial enorme. En nuestra web www.amchamcolombia.co están todos los datos y qué bonito sería que la delegación de exportadores huilenses sea la más grande.
Publicada en LA NACIÓN, disponible aquí