Entrevista en Portafolio
La Cámara de Comercio Colombo Americana señaló que el país está en un momento en el que se debe pasar de las alertas a las acciones concretas.
Actualmente el Gobierno Nacional trabaja en la implementación de un plan para poner freno a la desaceleración económica, en el cual espera contar con el apoyo del sector privado, según anuncios realizados por varios de sus funcionarios. Esto, en medio de un panorama donde las recomendaciones apuntan a que se debe fortalecer la confianza.
En diálogo con Portafolio, María Claudia Lacouture, presidente de AmCham Colombia y de la Alianza Aliadas, señaló que los pasos que se han dado hasta el momento van en la dirección correcta, pero que ya es momento de avanzar en temas como el impulso de la demanda y la generación de un escenario propicio para que vuelva a crecer la inversión.
¿Cómo ven la situación económica del país?
Nosotros desde la Cámara hemos mencionado desde enero que el 2024 va a ser un año de desafío económico y en este momento estamos en un estancamiento. Las acciones que se vienen trabajando, si bien son necesarias, como es el caso de bajar la tasa de interés y de buscar mecanismos para aprovechar esas bajas, ya requieren de medidas que ataquen no solamente la demanda, sino también la oferta.
Para eso hay que empezar por establecer condiciones que den certeza y confianza a las empresas y dejar claro que Colombia tiene el ambiente o las condiciones para invertir. Eso al final es lo que genera crecimiento.
¿De qué forma la confianza ayuda?
Mire, el crecimiento se genera en un 80% por el consumo de los hogares y un 20% por la inversión. Ese consumo de los hogares tiene un 72%, de ese 80% que ya mencionamos, que es por salario y renta y para nadie es un secreto que es lo que ponen los empresarios con el salario formal a largo plazo.
Y si no hay condiciones de certeza para invertir, para crecer y generar un dinamismo, pues efectivamente ese rubro se va a ver afectado, como ya se está viendo, con la desaceleración y el desempleo que está en dos dígitos. Todo esto requiere un dinamismo y entender que está conectado, incluso con la inversión.
Ese es el otro 20%…
Exacto, ahí viene el porcentaje restante de la generación de crecimiento. Lamentablemente acá estamos viendo una desaceleración de la inversión a nivel nacional, a través de la formación bruta de capital. Acá también debemos mencionar que los registros muestran una disminución de la inversión extranjera directa, que en el primer trimestre, corte abril, tuvo un decrecimiento del 12%.
¿Qué opina de las alertas de Estados Unidos sobre el clima de inversión?
Hoy en día estamos viendo que la inversión extranjera crece un 12%, pero la inversión de Estados Unidos crece un 43%. Por supuesto, no podemos decir que esto es un resultado de los últimos meses, la inversión es un resultado de muchos años de trabajo, generando un espacio propicio y debemos decir que Estados Unidos es de los pocos países que está aumentando la inversión extranjera directa. Eso hay que cuidarlo.
El informe advierte que están viendo que el concepto de soberanía nacional en sectores claves a la economía de Colombia está generando incertidumbre. Adicionalmente, eso lo juntan con temas relacionados a la desaceleración económica y un clima empresarial deteriorado, protección de patentes, derechos intelectuales, la extensa tramitología. Ahí son precisos con los puntos donde se debe trabajar.
¿Cómo ve el plan de reactivación?
La propuesta que está haciendo el Gobierno, es una iniciativa que celebramos, no solamente porque es necesario un proceso y un plan de reactivación que convoque a los diferentes actores a trabajar mancomunadamente, sino porque desde el Dapre y el DNP, funcionarios como Laura Sarabia, están haciendo un llamado al consenso, a la construcción conjunta entre los diferentes sectores.
Sin embargo, también es importante mencionar que todavía hacen falta los detalles de cada uno de los siete elementos que se presentaron, en términos de qué se va a hacer con los recursos, cuál va a ser la puerta de financiamiento, cómo van a ser las metas y tener más claridad sobre las acciones, porque muchas recaen sobre en regalías.
¿Qué opina de la ley de financiamiento?
Empecemos por esta pregunta: ¿a quién se le va a apretar más? Para nosotros, la mejor ley de financiamiento, que no es otra cosa que una reforma tributaria, es la austeridad del gasto y la ejecución eficiente del recurso.
Estamos viendo que hoy en día el presupuesto de inversión, que es lo mejor para generar el desarrollo productivo del país, está en un 22%, cuando el promedio ha sido el 27%. Adicionalmente estamos viendo con gran preocupación que este presupuesto se está reduciendo en la propuesta de presupuesto del 2025 y por eso hacemos un llamado urgente a que se revalúe este proceso y que haya una austeridad del gasto, sobre todo en funcionamiento; ahí es donde se debe cortar. El país no tiene margen para subir impuestos.
También están las inversiones forzosas…
La inversión forzosa puede generar una implicación importante en la viabilidad del sector financiero, lo cual sería delicado en una coyuntura de fragilidad económica como lo estamos viendo en este momento. Esperamos que la decisión sea fruto de la concertación como se ha mencionado desde Asobancaria y el mismo Ministerio de Hacienda.
Hay que tener en cuenta que la inversión forzosa se puede desarrollar a través de las entidades de desarrollo del Gobierno como es Bancoldex, Finagro, Banco Agrario, o el Grupo Bicentenario, por ejemplo. Hay que unir todo eso y volverlo acciones eficientes a través de ese Grupo Bicentenario, que puede ser mucho mejor que generar este tipo de acciones que contribuyen más a la incertidumbre, a la desconfianza y pueden generar una fragilidad aún mayor, en un sistema ya frágil.
Publicada en El Portafolio, disponible aquí