La recuperación necesita de todos

En la era pospandemia las empresas más competitivas serán las que tengan claro que el proceso que se avecina será lento y duro, que deben preparar mejor a los trabajadores en sus habilidades actuales, acondicionar el teletrabajo, incorporar las tecnologías al negocio, construir sobre las variables del turismo sostenible, una articulación institucional más efectiva, innovación como inspiración e inversión como motor, actualizarse en tendencias y conocimiento de los nuevos turistas, abordar sus preocupaciones, replantear la educación y la formación de las nuevas generaciones y que la primera recuperación estará por cuenta del mercado nacional, entonces tenemos que tener claro dónde poner los recursos y dónde enfocar la promoción.

Según un análisis de McKinsey’s, un escenario de recuperación optimista que combine una rápida contención de virus y economías fortalecidas verá una recuperación al 85% de los volúmenes de 2019 en 2021 y una recuperación completa para 2023. En un escenario de recuperación pesimista, los niveles de 2021 pueden ser tan bajos como el 60% de 2019, posponiendo aún más la recuperación.

Señala como factores potenciadores el que haya menos restricciones y más promoción para viajar dentro del propio país, con opciones diferentes a viajes aéreos, alquileres vacacionales privados y visitas familiares. Sin embargo, en un país donde la geografía limita el trasporte terrestre, la opción aérea debe ser una prioridad para movilizar a los turistas nacionales

En ese sentido es preocupante el informe de IATA (la Asociación Internacional de Transporte Aéreo), que señala que las aerolíneas seguirán viviendo un viacrucis en todo el mundo, que ni maximizando la reducción de costos habrá una industria financieramente sostenible en 2021 y que cada día de crisis aumenta el potencial de pérdida de empleos y devastación económica. Calculan que, al menos que los gobiernos actúen con efectividad y rapidez, unos 1,3 millones de puestos de trabajo en aerolíneas está en peligro y su efecto dominó pondría en riesgo otros 3,5 millones de empleos, junto a 46 millones en otros sectores cuya economía se relaciona con la aviación.

Será clave y determinante el trabajo de todos desde su ámbito. Desde el Gobierno se requerirá lograr, urgentemente, tener los beneficios contemplados en el proyecto de ley que incluye ampliar las ayudas, ofrece financiación en buenas condiciones, pero adicionalmente, se necesitará apoyar y estimular el acceso a la tecnología, y que el legislativo contribuya positivamente a gestionar políticas en consonancia con el momento histórico.

También hay que ser muy sensatos en las exigencias de operación y evitar que un rigor extremo vaya en contra del interés de los turistas por salir. Una campaña por el autocuidado y una normativa preventiva para la higiene y salud pueden ser más efectivas que las pólizas, los seguros y pruebas permanentes.

La recuperación del turismo estará impulsada principalmente por la capacidad de resistencia y crecimiento de las economías nacionales. Las empresas más competitivas serán las que más inviertan en capital humano, habilidades y competencias, las que trabajen por alcanzar altos estándares de prevención. Desde el empresariado, la capacitación y adecuación de sus negocios es indispensable al tiempo que se refuerza el autocuidado y la aplicación de los protocolos de bioseguridad a cada uno de sus clientes.

Pese a la recesión, la mayoría de los empresarios reconoce el valor de capacitar a sus colaboradores. Una encuesta de Travel Latam señala que, en promedio, 66% de los empresarios espera ver un rendimiento de la inversión en la mejora y actualización de las competencias de los empleados actuales, que utilicen a nuevas tecnologías y apuesten por la competitividad con innovación.

Se calcula que para 2025 los empresarios dividirán a partes iguales el trabajo entre personas y máquinas. Al tiempo que se potencian las competencias humanas, las máquinas se centrarán principalmente en el tratamiento de información y datos, las tareas administrativas y los trabajos manuales rutinarios.

El informe “The Future of Jobs 2020” del World Economic Forum reveló que, como consecuencia de la pandemia, el mercado laboral ha cambiado su dinámica, se acentuaron las desigualdades, sobre todo entre las mujeres. La participación de las mujeres en la industria de servicios de hoteles y restaurantes es del 55,5% a nivel mundial. Sin embargo, tienen empleos de baja categoría y salarios precarios.

Al carecer Colombia de un Ministerio de Turismo con el poder de generar acciones vinculantes con los demás ministerios, aglutinar y coordinar las políticas de Estado, las estructuras administrativas del país deben hacer un esfuerzo sostenido para que las políticas estén integradas, articuladas y coordinadas con acciones eficaces.

La Organización Mundial del Turismo (OMT) considera que más innovación y personalización puede ser el antídoto del turismo al covid-19, abrir espacios al diálogo con otras industrias, conectarse con sus pares, explorar en el conocimiento, propiciar una aproximación abierta y colaborativa a la innovación y aumentar la resiliencia del sector frente la pandemia. Y en Colombia sí que se necesita cada una de estas variables y el esfuerzo de todos, será indispensable para recuperar este sector que genera equidad y desarrollo en múltiples niveles.

Coletilla

El turismo necesita infraestructura, grandes proyectos. Sería muy bueno hacer un Colombia Investment Summit para turismo.

Publicado en Ladevi Colombia aquí

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